El póker se ha convertido en el juego de cartas por excelencia, pues cada vez más personas son aficionadas a él. Pese a su popularidad no se trata de una disciplina nada sencilla. Hay que conocer bien las normas, elaborar estrategias exitosas y dominar el noble arte del farol.
Por ese motivo, jugar como todo un profesional requiere de práctica y cierta dedicación. ¿Tú también quieres hacerlo con maestría?, ¿estás practicando y leyendo tutoriales últimamente? En ese caso, este artículo te será de gran utilidad. Hemos reunido 5 buenos trucos y consejos para convertirse en todo un experto y jugar al póker tal y como lo hacen los verdaderos profesionales, ¡toma nota!
1. Escoge el club de póker adecuado
Una de las mejores formas de practicar y hacerse un mejor jugador es involucrándose en un club de póker. Se trata de grupos de personas que se reúnen regularmente para jugar entre sí y que disputan torneos a menudo. De esta forma siempre tendrás a alguien disponible y de tu confianza para una partida.
Antes esto requería de cierto tiempo libre y logística, pues había que juntarse con los participantes en una ubicación concreta. Sin embargo, ahora basta con acceder a EasyPPPoker desde el teléfono móvil para encontrar clubes muy buenos y jugar online siempre que quieras.
¿Cómo escoger un club bueno para sacar todo el partido de él? Muy sencillo. Los mejores son los más populares y los que cuentan con comunidades amplias. Esta cualidad te ofrece la oportunidad de jugar con perfiles más variados y a la hora que te apetezca, pues si hay muchos usuarios en él siempre habrá alguno dispuesto a una partida.
2. Céntrate en la mano inicial
Hay jugadores que comienzan la partida a la expectativa y no se ponen a trazar una estrategia hasta avanzado el juego, hasta sentir cierta seguridad. Esta no es la mejor forma de obtener una victoria, es algo que ya te vamos adelantando de antemano.
Lo ideal es empezar con fuerza intentando ganar la primera mano. Con esto puedes ir asentando las bases e incluso creando inseguridad en los otros jugadores de la mesa. No te despistes y empieza con la actitud adecuada.
La realidad es que esperar a que nos entre una buena mano por una cuestión de suerte es prácticamente imposible, es algo en lo que incluso los profesionales están de acuerdo. Por lo tanto, debes trabajar desde el primer minuto para obtener buenos resultados e ir ganándote la partida por tus propios méritos.
3. Conoce a la perfección a tus rivales
Una de las particularidades del póker es que leer la mente del contrincante puede hacer más que la habilidad con las cartas en sí o la suerte que tengas en el reparto. Es un juego en el que cada participante tiene su propia estrategia y en el que las mentiras son muy comunes, por lo que detectar las maniobras que están haciendo los demás te hará ir con ventaja desde el primer momento.
Para potenciar esta habilidad es imprescindible ser observador y ver cómo se comportan desde el minuto uno. Más allá de eso, es interesante que investigues sobre los tipos de jugadores más frecuentes a los que te vas a enfrentar, lo que te ayudará a etiquetarlos de alguna forma y anticiparte a sus decisiones.
Los hay que juegan de una forma agresiva, por lo que mostrar más cautela compensará su ímpetu. Los hay conservadores, justo con ellos hay que arriesgar. También existen usuarios que se pasan mucho haciendo apuestas y que no tienen mucha idea de las normas del juego, y estos son en realidad un poco peligrosos.
4. Cómo sentarte en la mesa
La posición en la mesa puede ser clave para el resultado final de una partida de póker y también para la estrategia que tendrás que elaborar. De hecho, si te ubicas en las primeras posiciones debes tener más que cuenta que nunca las manos que tienes y vigilar tus propias cartas más que nadie.
En otra posición es posible que te sientas más cómodo y ganes en cuestión de probabilidades. Si algo nos indica la estadística en el póker es que cuantos más jugadores tengas detrás de ti, más opciones existen de que cuenten con naipes mejores que los tuyos. Busca con estrategia cómo sentarte y prepara bien el terreno desde antes incluso de que de comienzo la partida.
5. Piensa en la modalidad de juego
El póker es un juego de cartas y de apuestas con unas normas básicas. Sin embargo, la realidad es que hay múltiples variantes a las que puedes jugar según sus reglas concretas al respecto, como los turnos, la forma en la que se reparten las cartas o la modalidad de las apuestas a lo largo de la partida.
Los más populares son el Texas Holdem y el Omaha, así que puede que te suenen mucho. Estos y otros tipos de juegos se pueden disputar en los clubes, en partidas independientes e incluso en los torneos. Cambiar de uno a otro sin criterio puede hacer que te líes bastante y que termines por no ser bueno en ninguno de ellos.
Lo ideal es ir conociendo y practicando cada estilo uno por uno, ir dominándolos por separado. Una vez que conozcas los principales sabrás cuál te gusta más y, sobre todo, el qué tipo de póker eres mejor. A partir de ahí solo tienes que empezar a centrarte en esa modalidad, crear estrategias y potenciar tus habilidades.