Los tiempos han cambiado y la tecnología continúa evolucionando a pasos de gigante. Una de las últimas novedades que sorprendieron a los amantes del ciclismo fue el de las bicicletas eléctricas. Estas se han convertido en la opción ideal para los que prefieren este medio de transporte y quieren utilizarlo en los desplazamientos de ida y vuelta al trabajo, evitando sudar. También para quienes no tienen la mejor condición física quieren aprovechar las ventajas de la bicicleta eléctrica.
Lo cierto es que se trata de un producto muy completo que puede ser utilizado como una bicicleta normal, pero también como un vehículo automatizado que facilita los desplazamientos y proporciona apoyo en las circunstancias necesarias. Si estás pensando en comprarte una bicicleta eléctrica, a continuación, te explicamos en qué debes fijarte antes que nada para que aciertes con tu elección y puedas disfrutar al máximo de ella.
¿Qué son las bicicletas eléctricas?
Antes de comenzar de lleno con la guía es fundamental dejar claros algunos conceptos. En primer lugar, debes tener en cuenta que una bicicleta eléctrica no sustituye a un ciclomotor o motocicleta de mayor cilindrada. Este vehículo está regulado por la legislación en vigor —norma UNE-EN 15194:2009 del Ministerio de Industria—, por lo que el motor que presenta no debe superar los 25 km/h. Ahora bien, esto no significa que no se pueda circular más rápido si el ciclista continúa pedaleando, lo único que ocurre es que la asistencia automatizada se detiene.
Las bicicletas eléctricas, también conocidas como E-bikes, son las bicicletas más modernas que podemos encontrar. Estas bicicletas cuentan con un motor y una batería que funcionan para asistir durante los desplazamientos. Su uso puede prolongarse entre los 32 y 60 kilómetros, dependiendo de la gama, la potencia, el terreno y otras condiciones como el viento a favor o en contra. Las baterías de estas bicicletas se recargan conectándolas a la toma de luz.
Estas pueden encontrarse en cualquier tienda especializada en ciclismo, como Karacol, que dispone de un completo catálogo de bicicletas MTB eléctricas. Por supuesto, al igual que ocurre con las bicicletas tradicionales, las E-bikes están disponibles en distintos modelos, como las MTB —ya mencionadas—, pero también las de carretera, las de ciudad o las plegables. Además, dependiendo de la gama, cada una tendrá sus prestaciones, como podemos observar en el catálogo de la tienda referente en la venta de bicicletas mencionada, donde encontramos bicicletas eléctricas MTB rígidas o de doble suspensión, entre otras.
¿En qué debo fijarme a la hora de comprar una bicicleta eléctrica?
Hay muchas cosas en las que debes fijarte a la hora de comprar una bicicleta eléctrica si quieres acertar con tu elección y poder sacarle el máximo partido a tu vehículo. Te lo explicamos con detalle, a continuación.
Motor adaptado a la normativa
Como explicábamos, las bicicletas eléctricas deben estar adaptadas a la normativa. Es por esta razón que no todo sirve. Cuando vayas a comprar una bicicleta eléctrica —sobre todo, si compras una de segunda mano— fíjate en que el motor no haya sido manipulado. Las limitaciones del motor deben ajustarse a la norma UNE-EN 15194:2009 y no superar los 25 km/h. En otro caso, pasaría a ser considerado un ciclomotor, por lo que se debería ser matriculado y se requeriría una licencia de conducción, además del seguro —no necesario en bicicletas eléctricas de fábrica—.
Autonomía de la batería
Uno de los aspectos más importantes es la autonomía de las baterías. La duración de las baterías se mide en kilómetros con asistencia al pedaleo. Por lo general, estos oscilan entre 32 y 60 km, aunque todo depende de la gama de la bicicleta y de las características del terreno —como la pendiente, el viento, los semáforos, el peso…—. También es importante fijarse en los ciclos de carga que tiene la batería, es decir, la cantidad de veces que una batería puede ser recargada desde que se descarga por completo hasta su carga óptima, antes de tener que sustituirla por otra. Las baterías con mayor autonomía son las de ion de litio, mientras que las más económicas son las de plomo —también resultan más pesadas y con menor autonomía—.
La duración de las baterías de la bicicleta también varía en función del modo de asistencia establecido. Es decir, de la potencia que fijamos —o modo que configuramos— para que el motor alcance una velocidad máxima.
Baterías extraíbles o fijas
Es otra de las opciones fundamentales que hay que considerar a la hora de elegir una bicicleta eléctrica. La batería puede ser extraíble o fija. En el primero de los casos, la ventaja principal es que podremos dejar la bicicleta aparcada en la calle y recargar la batería mientras nos encontramos en casa, en el trabajo, en la escuela o en cualquier otro lugar. En el caso de las baterías integradas, estas quedan estéticamente mejor en la bicicleta —más disimuladas—, sin embargo, en el momento de recargarlas el proceso resulta más incómodo.
Posición del motor
La posición del motor influye en la sensación que tenemos a la hora de montar en una bicicleta eléctrica. Por lo general, este puede ir colocado en el eje o en la rueda. Cuando el motor se encuentra en el eje el pedaleo se intensifica, activándose instantáneamente el sensor que pone en marcha la asistencia al pedaleo. Es el más recomendado para hacer deporte con bici, mientras que, si el motor se ubica en la rueda, el sensor necesita un máximo de tres cuartos de vuelta para activarse. Este es más recomendado para el uso urbano.
Modelo de bicicleta
Por supuesto, es importante elegir el modelo de bicicleta que queramos en función de la actividad para la cual vayamos a utilizarla —montaña, carretera, ciudad, mixto…— pero, también, dependiendo del espacio para guardarlas —pudiendo optar por bicicletas plegables—.
Ventajas de las bicicletas eléctricas
Estas son las ventajas principales de utilizar las bicicletas eléctricas:
- No se suda.
- Pueden sustituir el uso de vehículos de combustión.
- Proporcionan más aguante al deportista.
- Están disponibles en varios modelos.
- Algunas pueden plegarse.